Bailarinas de azul, Degas

El autor hace uso de una estilística impresionista muy marcada, utilizando gruesas manchas de color para componer las gráciles figuras y los efectos de luz. Los personajes parecen estar tras el telón (el cual se ve a la derecha), preparando su salida a escena. 
Con pinceladas enormes, logra captar las finas figuras de los personajes y la transparencia de sus vestidos en una demostración de su talento, retratando una escena pedestre y asimétrica, como en una imagen fotográfica familiar, convierte la escena en una ventana a la belleza para el espectador.